Calentamos una sartén sin aceite hasta que esté bien caliente y entonces añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y salteamos los hongos que pasarán de blancos a amarillentos, y después se irán tostando como si fueran trocitos de carne.
Una vez tengan el punto deseado, apagamos el fuego, colocamos todos los trocitos bien juntos y en el centro de la sartén añadimos una yema de huevo, que se cocinará levemente con el calor residual. Servimos inmediatamente pasándolos a un plato, procurando que la yema no se nos rompa.
( Receta sacada de PAKUS )@futuroblogero
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